Ucrania tachó hoy de «mentira crónica» las acusaciones de Rusia de una supuesta participación de Kiev en el atentado islamista del pasado viernes 22 de marzo contra una sala de conciertos en las afueras de Moscú.
El asesor de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, escribió en la red social X: «Una vez más. Esto ya es crónico. Hay hechos irrefutables, comprensión común (en diferentes países) de las causas y consecuencias, incredulidad total incluso por parte de países neutrales en el ‘rastro ucraniano’ en el ataque terrorista en el Crocus City Hall».
Recalcó que, después de la «mentira» del presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien de una forma «obsesiva y compulsiva» intenta crear la idea de que Ucrania está detrás del atentado reivindicado por el Estado Islámico, ahora toca el turno al secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, y al jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexandr Bórtnikov.
El primero señaló este martes que, «por supuesto, Ucrania» estaba detrás del ataque, en tanto que el segundo aseveró que «lo prepararon los islamistas radicales», pero que «contribuyeron a ello los servicios secretos occidentales» y los servicios de inteligencia de Ucrania tuvieron una «relación directa» con la matanza que ha dejado al menos 139 muertos.
Ya la noche pasada el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó de «bestia enferma y cínica» a Putin, después de que éste acusara horas antes a Ucrania de estar de alguna forma detrás del atentado, al igual que sus aliados occidentales, especialmente EU.