Un grupo de unos 10 encapuchados con armas largas, cortas y explosivos irrumpió el martes en el canal TC Televisión de Ecuador durante la transmisión en directo y mantuvo a algunos empleados contra el piso, luego de lo cual se oyeron gritos y varios disparos.
La situación en la sede del canal de Guayaquil, la ciudad más peligrosa del país, se tornó confusa con súplicas de “no disparen”, mientras los encapuchados gritaban e insultaban.
La jefa de redacción del noticiero, Alina Manrique, en declaraciones a la agencia AP, relató lo ocurrido: “Me pusieron un arma en la cabeza. He sufrido. Tengo pánico. Pensé en mi vida entera, en mis dos hijos”.
Cortada por el llanto señaló que “todo se vino abajo, hemos vivido el terror en vivo” y añadió que no sabía cuántos eran, “tal vez más de 20, llegaron fuertemente armados y decían que tenían bombas, que nos iban a matar”.
Trabajadores yacen en el suelo mientras personas encapuchadas y armadas toman un estudio de televisión (Reuters Tv/vía REUTERS)
Según su relato, “la Policía ingresó a tratar de tomar el control” mientras estaban en el estudio central. “Los delincuentes -seis estaban allí en el set- les dijeron que se vayan o nos mataban. Yo solo lloraba del pánico. Al final, los delincuentes al verse acorralados entregaron las armas. Yo abracé al policía. Me dio la mano y me levanté del piso. Los otros delincuentes se fueron a ocultar a otras partes del canal. No se sabe a esta hora cuántos delincuentes quedan allí”, explicó Manrique.
Además, contó que “los delincuentes nos amenazaban como si fuera un show: las dinamitas y granadas… Enseñaban explosivos, así como sus armas largas. Nunca en mi vida había tenido tanto miedo”.
Poco después de irrumpir en la emisión televisiva, se oían gemidos de dolor de una persona tras los disparos. Los agresores tenían en sus manos aparentes granadas y otros explosivos como tacos de dinamita, con los cuales amedrentaban a los trabajadores de ese medio.
La emisión duró algo más de 15 minutos antes de cortarse y en la pantalla se observaba inicialmente el set de televisión y luego lo que parecían las instalaciones internas del medio de comunicación.
Personas acusadas de invadir y tomar el canal de televisión TC con armas y obligar al personal a tumbarse y sentarse, yacen esposadas en el suelo en una instalación policial, en Guayaquil (Ecuadorean Police/Handout via REUTERS)
Boris Jiménez, director de cámaras de TC, afirmó a la AP que “ha sido un día de pánico, de terror” y que “nadie sabía lo que pasaba”. Relató que en el momento del suceso, “todo fue confusión y caos; aún no asimilamos que fuimos rehenes, en nuestro propio trabajo, con una emisión de El Noticiero en vivo, de los delincuentes más contumaces, en uno de los sectores más importantes y emblemáticos de Guayaquil”.
Jiménez dijo que solo quiere “ir a casa a abrazar a mi mujer y mis hijos. Estamos vivos hoy de milagro”.
El canal de televisión Teleamazonas mostró más tarde a al menos tres presuntos encapuchados contra el piso mientras eran neutralizados por agentes.
El comandante de la policía, César Zapata, en declaraciones al canal Teleamazonas, dijo después que todos los “secuestradores que entraron al canal fueron detenidos, están neutralizados y estamos levantando las evidencias, el armamento y los explosivos con los que entraron”.
“Este acto es considerado como un acto de terrorismo”, expresó el mando policial y requirió a los jueces y la fiscalía actuar con contundencia.