Jue. Nov 21st, 2024
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Justo cuando Estados Unidos hace un pase de lista sobre sus aliados en la lucha contra Rusia y China, México ha tomado una decisión en otro sentido.

Cuatro días antes de que medios de Moscú informaran que el gobierno mexicano había invitado al presidente ruso Vladimir Putin a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, en Washington se publicó la Estrategia Nacional de Contrainteligencia 2024, en la que hace un llamado a sus socios y aliados en el extranjero a cerrar filas contra lo que denominó la “influencia maligna” de Rusia y China.

Un mes antes, la Oficina de la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, desclasificó un reporte en el que alerta del auge de los “conflictos en zona gris”, nombre que se le asigna a la inestabilidad provocada por los enemigos de Estados Unidos contra sus intereses, pero también contra sus socios estratégicos.

“Nuestra nación enfrenta amenazas significativas y complejas de adversarios de inteligencia extranjeros agresivos y capaces, principalmente de Rusia, la República Popular China, Irán y Corea del Norte”, refiere la Estrategia Nacional de Contrainteligencia 2024, publicada el 1 de agosto por la oficina de Haines.

“El alcance, la complejidad y la urgencia de las amenazas de inteligencia extranjera que enfrenta Estados Unidos requieren que involucremos a nuestros socios para compartir información, identificar y mitigar vulnerabilidades, fortalecer nuestras defensas y desarrollar resiliencia, y trabajar juntos para combatirlas”, añade el documento.

En este escenario, la oficina de Haines se compromete a coordinar este esfuerzo y a “trabajar con los gobiernos federal, estatal y local, el sector privado, el mundo académico y nuestros socios extranjeros para contrarrestar estas amenazas de inteligencia extranjera a nuestra seguridad nacional y económica”.

Las principales líneas de acción de la estrategia nacional son identificar y neutralizar las actividades y capacidades de inteligencia extranjera en Estados Unidos; mitigar las amenazas internas; proteger la información sensible y clasificada de Estados Unidos y las instalaciones sensibles de penetraciones técnicas, espionaje y otras amenazas de inteligencia; y proteger los intereses, activos y personas de Estados Unidos en el país y en el extranjero contra sabotajes, asesinatos u otras operaciones.

Por dahemont

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