El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, mostró el día de hoy su «sorpresa» por el pedido de explicaciones de la Fiscalía de México al Gobierno en Washington ante la captura del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, algo que consideró que debería ser «celebrado» como un éxito por ambos países.
«A mí me sorprende tanto que no se pueda decir victoria del pueblo de México, victoria de Estados Unidos, resultado del trabajo que hemos llevado en los últimos tres años», respondió Salazar durante una rueda de prensa en la nueva embajada americana, después de ser preguntado por las demandas de información emitidas por la Fiscalía General de la República mexicana en la detención del narcotraficante.
Salazar habló horas después de que en la habitual conferencia matutina de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, el fiscal general, Alejandro Gertz, interviniera para pedir información a Estados Unidos sobre el «secuestro» de “El Mayo” Zambada, ocurrido el pasado 25 de julio.
«El Gobierno de los Estados Unidos nos ha informado una parte pero falta otra que es fundamental. Esa persona que fue secuestrada en Culiacán (Sinaloa) llegó por avión a una ciudad fronteriza de los Estados Unidos», afirmó Gertz.
El fiscal general remarcó que «la entrada de cualquier avión y de cualquier persona están reglamentadas de acuerdo con la ley norteamericana y se tiene que identificar el vehículo que en este caso es el avión que traía sus matrículas clonadas y se tiene que identificar fundamentalmente al piloto».
Salazar rechazó tajantemente que algún cuerpo de seguridad o autoridad estadounidense estuviera involucrada en la detención del criminal mexicano, que fue llevado en avión hasta territorio al norte, supuestamente secuestrado por el hijo del “Chapo” Guzmán, Joaquín Guzmán López.
«No se llevó a cabo ningún operativo policial en México, no era nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente. El piloto no era contratista, ni el criado del Gobierno de Estados Unidos ni ciudadano estadounidense», recalcó el embajador.
Para demostrar que no hubo falta de comunicación en la materia, Salazar leyó y exhibió las cartas enviadas por el fiscal estadounidense, Merrick Garland, a Gertz, su homólogo mexicano, y por el secretario de Estado, Anthony Blinken, a la excanciller Alicia Bárcena, en las que se informaba a ambos sobre los progresos de la investigación y se congratulaban por el éxito de la operación llevada a cabo.
Una responsabilidad compartida
El diplomático también se refirió a la situación de violencia generada en el occidental estado de Sinaloa a raíz de la detención de “El Mayo” donde dos facciones del cartel sinaloense: los partidarios de los ‘Chapitos’ (hijos de Guzmán Loera) por un lado y los leales a Zambada por otro, llevan desde agosto una encarnizada y sangrienta lucha que ya cuenta cientos de muertos.
«Nosotros lamentamos la violencia, la muerte de cada persona, los cientos que han muerto tanto en Sinaloa como el padre Marcelo, que lo asesinaron hace unos días en Chiapas (…) la responsabilidad es de la sociedad, de los Gobiernos en conjunto», afirmó el embajador norteamericano.
Para Salazar, decir que no hay problema o achacarlo a un tercero «no está bien», ya que la seguridad pertenece a ambos Gobiernos, aún así, el estadounidense quiso apoyar la estrategia de seguridad de Sheinbaum.
«Reconocer a la presidenta Claudia Sheinbaum por lo que ella y su secretario de Seguridad (Omar García Harfuch) y su equipo de seguridad están haciendo», declaró el embajador.
Por último, Salazar se mostró de acuerdo con lo que dijo la mandataria mexicana en la mañana de hoy sobre sus ejes para seguridad: atención a las causas, desarrollo económico y social, y un sistema policial y judicial eficaz.